La Fábrica
de Vidrio, situada al norte del casco histórico de Sevilla, aparece en 1902
como la primera industria en el Camino de Miraflores. Durante las primeras
décadas del siglo XX otras industrias le siguen y se construyen barrios obreros
ligados a estas industrias, haciendo de la Avenida Miraflores un eje muy
importante de la industria privada sevillana, aunque la Fábrica de Vidrio
seguirá siendo la mayor industria del conjunto. A partir de 1960 algunas
industrias son sustituidas por edificios comerciales y siguen aumentando las
áreas residenciales hasta que en 1985, la actividad industrial ha desaparecido
del entorno y la zona se convierte en una de las áreas más densamente pobladas
de Sevilla.
El ámbito escogido es consecuencia del interés por aquellas zonas urbanas que por distintos motivos no han sido capaces de evolucionar a la par con su entorno y han acabado convirtiéndose en áreas olvidadas dentro de la ciudad.
La antigua Fábrica de Vidrio La Trinidad es ejemplo de ello. Desde que cerró sus puertas en 1999 ha permanecido ajena a los cambios producidos en la zona en esta última década: la carretera Carmona ha pasado de ser un eje de pequeñas naves industriales y de terreno no consolidado a tener una edificación residencial densa; la Avenida Miraflores todavía mantiene muchos edificios de principios del siglo XX y se ha procedido a la rehabilitación de muchos de ellos en viviendas, es un acceso peatonal importante al casco antiguo.
El ámbito escogido es consecuencia del interés por aquellas zonas urbanas que por distintos motivos no han sido capaces de evolucionar a la par con su entorno y han acabado convirtiéndose en áreas olvidadas dentro de la ciudad.
La antigua Fábrica de Vidrio La Trinidad es ejemplo de ello. Desde que cerró sus puertas en 1999 ha permanecido ajena a los cambios producidos en la zona en esta última década: la carretera Carmona ha pasado de ser un eje de pequeñas naves industriales y de terreno no consolidado a tener una edificación residencial densa; la Avenida Miraflores todavía mantiene muchos edificios de principios del siglo XX y se ha procedido a la rehabilitación de muchos de ellos en viviendas, es un acceso peatonal importante al casco antiguo.
Se propone
la transformación de este gran espacio actualmente en desuso en un espacio
libre de encuentro y esparcimiento para los vecinos de la zona donde puedan
pasear o hacer ejercicio, más allá del asfalto, un lugar de recreo, un lugar
donde ir para escapar de los problemas urbanos.
La idea es
evitar la inserción de un “Paisaje Natural Arquitectónico” formado por unas
pocas especies florales que no sostienen apenas vida salvaje, y cuyo principal
objetivo es el estético, ya que no pueden ser usados por el ciudadano.
Por ello, se
pretende crear una especie de bosque urbano, es decir, un espacio natural
silvestre que proporcione una riqueza de hábitats salvajes que no se pueden
encontrar en los demás tipos de paisajes naturales de la ciudad.
Cabe
destacar que el tipo de paisajes verdes urbanos, y el uso que la población hace
de ellos, son un indicador del tipo y diseño de naturaleza urbana que los
ciudadanos quieren. Mientras que por un lado, la población busca un contacto
cada vez mayor con la naturaleza “no artificial”, por otro, las ciudades
construyen cada vez más espacios naturales fríos y sin identidad.
Como conclusión, frente a estos espacios naturales fríos y sin identidad
dentro de la ciudad, nace la propuesta de generar un espacio natural
autosustentable que cambie de forma
natural y que pueda ser disfrutado por los vecinos del entorno.
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