Desde que existe la sociedad el hombre siempre ha querido resaltar su poder, o el poder del grupo al que pertenece, frente al de los demás. La arquitectura desde sus principios ha sido utilizada para ensalzar la figura de emperadores, ciudades, religiones, etc. Tradicionalmente la arquitectura ha estado al servicio del poder político y del eclesiástico. La sociedad egipcia como la griega, romana o islámica, ya expresaba la fuerza del imperio y de sus emperadores a través de sus edificaciones.
En la actualidad esto sigue pasando, ya que existen muchas construcciones que han sido utilizadas para engrandecer la potencia de una ciudad y así servir como reclamo para los turistas. Estas imágenes suelen ir acompañadas de una gran publicidad para venderlas como nuevo símbolo de la ciudad.Gran parte de culpa de la crisis económica actual la tienen construcciones de este tipo en las que se ha derrochado dinero público. En pleno siglo XXI estas edificaciones carecen de sentido. Además entramos en una época donde la arquitectura pública debe buscar espacios para el disfrute del ciudadano y que no tengan tan grandes presupuestos. Quizás haya que buscar construir grandes parques interurbanos donde olvidar por un momento las grandes congestiones de tráfico de la ciudad y poder relajarse.
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